miércoles, 27 de junio de 2012

El que tiene padrino se bautiza

Por Moraima Zulueta
moraima@gritodebaire.icrt.cu

¿Quien no conoce esta frase? La expresión  ha pasado a ser parte de la historia de Contramaestre,   vinculada directamente  a  “San Juan”, padrino  espiritual y motivación de las fiestas patronales de este  asentamiento.

La celebración se ha convertido en patrimonio de  valor social y testimonial de la ciudad,   asociada con las formas de vida de los diferentes grupos que la habitan, formando parte de sus tradiciones y costumbres, así como de su memoria colectiva,   desarrollándose en diversos escenarios físicos definidos y   relacionados directamente con la imagen de los mismos.

¿Cuándo se inició esta festividad? A principios  del siglo XX con la construcción del ferrocarril  y la carretera central, Contramaestre  se desarrolla y muchos emigrantes españoles vienen en busca de prosperidad y se asientan en el mismo.

Dentro de estos  desplazados  se encontraba Juan Ríos  Rodríguez, canario de nacimiento, quien compra  caballerías  de tierras en 1909 hacia el norte y noroeste del asentamiento y las dedica a la cría del ganado, percatándose que en presencia de un  pueblo muy joven,   sus orígenes no estaban  vinculados al período colonial,  desprovisto de un patronato que marcaba la costumbre de muchos pueblos y ciudades en Cuba y el mundo.

Ante esa observación decide reunirse con otros emigrantes y algunos pobladores para proponer a “San Juan” como padrino del asentamiento, cuya argumentación  tenía como referencia  las aguas,  principalmente  aquellas que  abrieran  y cerraran el verano, y  vinculadas con la recogida de las cosechas de ciclo corto e intermedio,  como maíz, frijoles, calabazas y boniatos; la mayoría de ellas utilizadas    en curaciones, limpiezas espirituales y misas.

A partir de  la propuesta comienza una polémica: ¿por qué este patrón  y no otro, si “San Juan” era distintivo de   la ciudad de Camagüey?. Muchos de los emigrados  que participaban en este  asunto   coincidieron  con la proposición de Juan Ríos, pues en los  pueblos y aldeas de las que provenían, patrocinaba   este santo.

Después de llegar a un consenso se declaró  a “San Juan” el patrón del poblado el 15 de abril de 1955   en el local del Colegio Académico del pueblo. El acta constitutiva recoge la estructura funcional y los fines de la institución: "Art. 2: Los fines de este patronato son los de unir de manera firme a todos los vecinos de esta población, a fin de lograr una eficiente colaboración en la organización de San Juan. Logrando (...) que cada uno aporte sus intenciones al bien colectivo".

El  24 de junio  fue la fecha escogida para celebrar la  primera festividad, la que no tuvo  ninguna relación con la celebración del “San Juan” católico que  “su festividad se celebra el 27 de diciembre”,   siendo esta  festividad  absolutamente popular. 

¿Dónde y  cómo se celebraba? Al ser   una celebración  popular, no se realizaba en recintos cerrados sino que se escoge el mismo centro del asentamiento donde se encontraba  el parque “Jesús Rabí”  como su escenario.

En su alrededor se ubicaban inmuebles de gran valor para el asentamiento, tales como el Cine “Isabel”, el Hotel “Carnero”, tiendas, bares, el Casino hispano- cubano,  la mayoría con códigos arquitectónicos  Art Decó,  además hacia el convergían las principales vías del asentamiento, garantizando una buena accesibilidad.

En ese contorno  se colocaban  kioscos de yagua y guano donde se ofertaban bebidas, comidas y dulces. Los músicos aficionados de la región eran los encargados de amenizar esta fiesta que duraba por lo general dos días.

Lo más relevante de esta celebración es que al llegar la madrugada los  participantes se iban al río Contramaestre a bañarse debajo del puente que sirve de paso a la carretera Central, alegando que las aguas ese día estaban benditas por “San Juan”, y muchos, ya sea por sus creencias espirituales o católicas se bautizaban,  en  el día o la noche.

Otros  recogían en botellas agua para guardarlas en sus casas, y declaraban que estaba tibia a pesar del horario en que se sumergían.

Con el tiempo la clase pudiente  de la sociedad contramaestrense decide trasladar la festividad  hacia el Casino, donde se organizaban bailes de disfraces, comparsas y cenas, solo para sus asociados; ello simultáneo a la fiesta popular original.  

Su trascendencia  en el tiempo.
Durante varios años esta celebración fue una de las tradiciones más importantes del asentamiento. Con el triunfo de la Revolución y los cambios sociales, económicos,  culturales, políticos e ideológicos esta fue perdiendo importancia y quedando olvidada aparentemente. En varias ocasiones algunas personas  intercedieron ante el gobierno local para que se retomara esta costumbre, recibiendo negativas por parte de este,  la mayoría de las veces por desconocimiento, otras porque la política del gobierno estaba separada de intereses religiosos  y en algunas casos  por  ser cuadros provenientes de otras regiones con otras tradiciones.

Pero “nuestro patrimonio cultural y natural es una fuente insustituible de vida e inspiración, nuestra piedra de toque, nuestro punto de referencia, nuestra identidad.”   por eso aunque aparentemente este olvidado, relegado, postergado, la misma historia reclama su espacio entre las nuevas generaciones, renaciendo en nuevos marcos históricos.

El contramaestrense común, sencillo, cotidiano, que se detiene a escuchar los mitos y leyendas de sus orígenes, ha retomado el “San Juan” y lo ha renovado. En sus raíces es el mismo, con un marcado carácter popular, pero a la vez más personal, ya que  ha cambiado su organicidad.

En las primeras celebraciones las personas se aglomeraban en  un solo punto del río (puente de la carretera central); en las nuevas circunstancias se descentralizó como punto de referencia y las personas se han diseminado en su cause según el hábitat que les corresponde.

Cada grupo de personas  le aporta nuevos elementos que lo enriquecen como: bañarse con carapachos de coco, se santiguan, entonan cánticos espirituales o de la música contemporánea, reparten bebidas, se cortan el pelo, etc, pero todas conservan la tradición de guardar el agua en botellas. Una descripción de la observación realizada en las celebraciones de la noche del 23 para el 24 de junio de 2005, en Contramaestre, permite ilustrar la diversidad simbólica del ritual de San Juan de ahora: 

 "Por varias pendientes descienden grupos de personas. Algunos se alumbran con velas y faroles. Es apreciable, que algunos estén pescando -muy recomendable para la salud-. Llevan imágenes de la Virgen de la Caridad, Santa Bárbara y San Lázaro. Hay un grupo que encabeza un santero, seguido de siete ahijados. Se distingue por su hermética organización en la acción ritual: Colocan una imagen de Elegguá en la orilla del río, le encienden una vela después de echarle agua, penetran en el río hasta el centro de la corriente formando un círculo...”

El santero saca un coco, lo rocía con perfume, pide permiso a Oshún, que domina las aguas del río, aunque es día  de San Juan. Sumerge varias veces el coco, repitiendo: "Al fondo vamos y a la superficie subimos, y canta una plegaria en lengua yoruba". Ordena a los participantes que se sumerjan, acción que realizan, simultáneamente. El oficiante dice: "quedan bautizados en nombre de Oshún, Elegguá, con el agua de San Juan Bautista".

Recuperar esta tradición   es revivir la experiencia de sus primeros pobladores; su legado permanece en el tiempo; siendo esta  una fuente de identidad, que no solamente guarda relación con las personas que participan directamente en la celebración  sino para  todos los habitantes de la ciudad, portadores de una memoria histórica que no siempre puede encontrarse en otros lugares.

 En la medida que avanza la recuperación de este valor patrimonial, crece la identificación y se refuerza el sentimiento de pertenencia que hace  al ciudadano con mayor sentido identitario,       consciente de sus valores y comprometido con su destino.  


 

viernes, 22 de junio de 2012

Al fin te encontré...pero no te tengo

Por Moraima Zulueta
moraima@gritodebaire.icrt.cu

Hace más de 20 días que recibí la noticia de tu reaparición, tras una larga espera en    silencio, que se interpretaba como un adiós a la vida

Gestión de búsqueda a través de la Cruz Roja Internacional  y de amigos solidarios fueron infructuosas, quedando solo el desaliento, las lágrimas ocultas y el sufrimiento invisible al no saber de tu existencia.

Sin embargo, hoy cuando conozco dónde y cómo te encuentras, sé que te tengo vivo, aunque más viejo que ayer y más callado, pero  con la lucidez que aún  te caracteriza.

Sé que tú, PAPÁ,    te refugiaste en un país lejano, cuyas barreras geopolíticas impiden verte, acariciarte, peinar tus canas,  caminar juntos y disfrutar de  una conversación impredecible en el tiempo, que termine en  un   abrazo bien apretado y un beso muy sincero.

Esta vez se rompe el silencio… pero no te tengo a mi lado;   aprovecho la ocasión para decirte que me haces mucha  falta ante los tropiezos que depara el destino, para pedirte un consejo oportuno o quizás para escuchar el perdón por errores del pasado.

Porque quiero que sepas que, aunque no crecí a tu lado, mamá me enseñó que PAPÁ es único en el mundo, que  no fue un hombre perfecto pero sí tuvo nobles sentimientos, que por incomprensiones de ustedes dos, no pude aprender de tus doctrinas ni mucho  menos disfrutar de tu amor paterno.

Hoy cuando sé que estás vivo  pero muy distante;  qué puedo decirte?

Que tienes una hija de 44 años de edad, cuya madurez temprana la preparó en  los  rigores de la vida, que tu  ausencia  irreparable  inspira   nostalgia y  respeto, y  que vivo  el presente con el anhelo de verte antes del deceso de algunos de los dos.

¿La espiral del silencio tiene efectividad en “Radio Grito de Baire”?

Por Moraima Zulueta
moraima@gritodebaire.icrt.cu

La sociedad amenaza con la exclusión a quienes se alejan del consenso; de lo moral y supuestamente válido; de lo establecido, que es establecido, a su vez, por ellos mismos y por los medios de comunicación de masas, en contra de cuyos criterios asentados nos cuesta tanto opinar.

Esto es lo que viene a expresar la teoría de la espiral del silencio, que la opinión de la mayoría determina el comportamiento de los individuos y cuestionan la elección de expresarse públicamente o permanecer en silencio.

La espiral del silencio nos muestra con numerosos ejemplos el poder que tiene la opinión pública en cada uno de los individuos, entendidos como seres particulares y, sobre todo en aquellos más frágiles que se sienten ligeramente desplazados del entorno social. Así, para la creación de su opinión individual, que más tarde cuando sea compartida se convertirá en una opinión colectiva y pública, el individuo parte de la perspectiva de la observación de su entorno social.

 Que un individuo se vea apoyado por los medios de comunicación con respecto a un tema en cuestión, le hace tender a la elección de la expresión pública, porque en cierto modo se siente respaldado por una gran fuerza y le hace perder ese miedo constante que se tiene al aislamiento, que nos permite evaluar continuamente el clima de opinión.

Ahora bien, nuestra prensa socialista, sustentada en la democracia participativa,    repara en esta definición. Aquí existen principios    convincentes sobre esa hipótesis, pues la comunidad colabora con el medio, dando información con sus diversos matices para mejorar y perfeccionar la comunicación  en defensa del quehacer del pueblo.

Esta virtud se da con mucha facilidad, porque la radio local tiene la facultad de expresar lo material y espiritual del hombre, valiéndose del sonido de la palabra para reflejar su entorno.  

No es menos cierto que a veces nos encontramos escépticos   o personas temerosas a la hora de emitir una opinión con respecto a determinado tema, pero  un  especialista dedicado a la investigación social, utilizando la encuesta como instrumento medidor,   llega   casi siempre hasta esos individuos para conocer preocupaciones,  y  sugerencias, sin que su voz sea de conocimiento público.

Conocemos también que interpretar el silencio no es nada fácil, menos aun en aquellos asentamientos donde el radio-receptor no existe. Sin embargo, hasta esas familias, casi siempre retiradas del perímetro urbano, el sondeo opinático toca a sus puertas, con el objetivo de conocer ideas, juicios o conceptos que una persona tiene o se forma acerca de algo o de alguien.

En el caso de  la emisora   identitaria, se tiene en cuenta esos criterios sociales para que  el “receptor pasivo”  se vea reflejado también en  la programación radial, preferentemente, informativa.
El Boletín de opinión, como sistema de trabajo partidista, corrobora la búsqueda de información periodística  nutrida de los argumentos expositivos al azar del propio pueblo.

 En la radio todos son retos desde la ideologización hasta tener una gestión mucho más institucional, una programación mucho más audaz, hasta los periodistas y artistas que quieran hacer y sepan hacer, pues no sólo basta la voluntad de hacer, sino en la pericia profesional.             

Nuestros programas  en la radio comunitaria local, en la radio democrática han sido tradicionalmente instructivos-recreativos. La educación es seria, nuestros mensajes, con particularidad en  la problematización   de la sociedad se  transmiten con un código diáfano; se hace interesante lo que interesa, sin argumentos banales, y sí con un discurso optimista, y entusiasta, o sea, son emisiones estéticamente bien facturadas.    

En nombre del respeto al pueblo de Contramaestre,   “Grito de Baire” defiende  cotidianamente a través del éter radiofónico el protagonismo de su gente con el verbo preciso,  utilizando como herramienta la imagen auditiva para que el propio municipio tenga acceso a la palabra, a la programación y a la propiedad,   como  único camino hacia el recurso del poder.

La radio comunitaria: otro camino hacia el recurso del poder

  “Cuando una radio promueve la participación de los ciudadanos 
y defiende sus intereses; cuando responde a los gustos de la mayoría
 y hace del buen humor y la esperanza su primera propuesta, 
cuando informa verazmente; cuando se estimula la diversidad cultural; 
cuando la mujer protagoniza la comunicación 
y no es una simple voz decorativa o un reclamo publicitario; 
ésa es una radio comunitaria”. 
                                    
José Ignacio López Gil.

Emisora Radio Grito de Baire, Contramaestre
Por Moraima Zulueta
moraima@gritodebaire.icrt.cu

Hay  una tendencia a pensar que lo comunitario se refiere al tamaño y a un área geográfica en específico. Para muchas personas radio comunitaria es sinónimo de radios pequeñas de baja potencia, recluidas en algún lugar perdido de un pueblo, de quién sabe dónde. En pocas palabras: se les identifica con las características de las tres “p”: pocas, pequeñas y pobres.

Esta directriz mediática, contextualizada en términos  abstractos,  difiere  de los propósitos esenciales de la radiodifusión patrimonial en el modelo social cubano, el   que ha  hecho de la radio  en la “comunidad”   una tipificación tangible de perenne inclinación en defensa de un proyecto sostenido por un grupo de ciudadanos con intereses comunes que tienen una propuesta hacia su entorno inmediato.

De ahí que, el  medio  paradigmático se define en Cuba “como el emisor que ejerce su libertad de expresión en la esfera de lo público, con la idea de generar un diálogo colectivo que contribuya a construir consensos para lograr a una participación de responsabilidad colectiva”.

Tras  la huella   de proceso de democratización   de la  palabra, la radio comunitaria del Estado favorece la libertad de expresión para contribuir al desarrollo equitativo y sostenible de nuestro pueblo.

La  “era radiofónica”  que aporta fundamentos básicos por el bien de la humanidad,  y por ende, apunta hacia un futuro mejor, valida  la   ideologización socialista,  ajustada  a la terminología de  la Asociación Mundial de Radios Comunitarias,  caracterizada también    con tres "p"; así como, el pueblo empieza con "p", también queremos que ese pueblo tenga acceso a la palabra, a la programación y a la propiedad.

 El sistema radial santiaguero, sellado por diez emisoras,  de ellas 9 municipales y la planta matriz de nivel provincial,  es exponente  de las cualidades  inherentes del medio radial en la comunidad, considerado como” el mas cercano al oyente, el   medio mas influyente en la gente” .

“Radio Grito de Baire” (GB), voz del pueblo de Contramaestre es la ilustración pragmática de los principios básicos y conceptos  del producto comunicativo identitario,   capaz de interactuar en la sociedad y convertirse en un elemento que combina ejemplarmente la misión de informar con la de transformar.

Con más de  20 años en el éter radiofónico y una programación  de 12 horas diarias,  diseñada en 28  espacios de factura propia de 30 fijados,   la casa radial, siempre se ha identificado con su pueblo,  como   muestra irrefutable de la democracia participativa  al alcance de los 105 mil habitantes locales. En el espectro de programación de la emisora, el 26 por ciento corresponde a la función informativa.

Hay que tener en cuenta que el objetivo de la radio comunitaria “no es el de hacer algo por la comunidad,   es,  más bien, el de dar una oportunidad a la comunidad para que haga algo por ella misma, como por ejemplo, poseer el control de su propio medio de comunicación”. 

Esta premisa posesiona a la comunidad como propietaria, contribuyente para que la radio exista.  Una emisora de la comunidad es mucho más que una señal en el aire. Su labor social es incuestionable.

“El producto de la Radio es inmediato, raudo, anticipa, provoca”. La trasmisiones de una emisora ilustran el modo de vida de una comunidad, la estimula oportunamente o la cuestiona, todos los que laboramos en el medio sabemos que la radio es también imagen e imaginación .

“Grito de Baire” no escapa de esa misión socializadora, donde cada colectivo de realización, artístico y periodístico,  usa el lenguaje de sus pobladores, que va moldeando la mente del escucha usando su  propio verbo o sustantivo,  difundiendo  la realidad de los hombres y mujeres   con virtudes y defectos de su propia tierra, quienes cuentan una historia singular o expresan  su  protagonismo cotidiano.

Nuestra  emisora municipal, tiene características particulares  identificativas del código lingüístico de la palabra radial insertada al progreso sostenible. Espacios  dirigidos hacia un público heterogéneo: obreros, campesinos, estudiantes, infantes, amas de casa, y jubilados; para aquellos  segmentos especializados y recreativos;  y  hasta para quienes  buscan el alcance y la inmediatez  a través de un facilitador social, son  propuestas jerarquizadas en GB.

La presencia del hombre común como ente socializado y personalizado por  periodistas y locutores,   -verdaderos líderes de la palabra-,       exalta  el aporte de hombres y  mujeres comprometidos con su pueblo en diversos escenarios: productivos e institucionalizados.

Esas voces autorizadas denuncian también  aptitudes del comportamiento  humano en presencia de retos y compromisos sociales, que a veces por falta de previsión, planificación, organización, se  incumple  ocasionando una ruptura no compatible con nuestra formación, principios, y sistema de trabajo estatalizado y colectivizado.

Con enfoques  informativo, educativo  y de entretenimiento, la radio comunitaria en Contramaestre ha encontrado a través de sus creadores, espacios que van más allá de los retos competitivos de la mercadotecnia que invade con   equipos de alta tecnología  en el universo audiovisual. Computadoras, videos, DVD, y  VCD, por citar algunos ejemplos, no reemplazan este medio individualizado  y generalizado en su uso.

Programas estéticamente bien facturados, por realizadores versátiles, con conocimiento de causa de qué se quiere y cómo  trasmitir las ideas capaces de transformar la conciencia social, son difundidos en la radio comunitaria  de  la localidad,  estableciéndose una complicidad desde el micrófono con la vida de la gente.

“Contacto Matutino”, revista informativa y utilitaria de 68 minutos de duración; emblemática en la radiodifusión del municipio, constituye un código mediador entre los segmentos de la población, en el que periodistas, locutor, sonidista, y director de programa entrelazan su talento,  con el denominador común de interactuar con la sociedad para convertirse en un elemento  que combine ejemplarmente la misión de  comunicar con la de transformar.

Es un espacio en el que se ofrecen informaciones que cuentan con un  indispensable   interés, utilizando los géneros periodísticos en sus distintas emisiones con noticias inmediatas o de actualidad dilatada.  Su   formato contiene comparecencias, -no muy extensas- y microespacios de críticas, así como “tiras” utilitarias y de facilitación social, de agradecimiento colectivo.

El servicio de mensajería cobra vida en su diseño, ¿cuáles son los argumentos? Varios: “avisamos en La Torcaza que María Alcántara, está hospitalizada en el  hospital “Orlando Pantoja” de Contramaestre, favor de traerles sus pertenencias;     y  los interesados en solicitar tierra en calidad de usufructo, pueden dirigirse a la Delegación territorial de la agricultura.

El movimiento de corresponsales voluntarios y colaboradores  con reportes en vivo desde exteriores de la emisora y a través de la vía telefónica o notas de prensa especializada, constituye un canal de transmisión de informaciones de la vida cotidiana vinculada con la prestación de determinados servicios y procesos histórico-sociales con incidencia en el municipio.

Por su parte, el noticiero “Enlace”  con un tiempo de 13 minutos, es otro de los programas dedicados a satisfacer las necesidades de información de los radioescuchas, en el que prima la noticia y géneros periodísticos. Además, refleja materiales de máxima actualidad e interés informativo del ambiente nacional y extranjero, con destaque de lo local.

La representatividad  del término comunitario en “Radio Grito de Baire” es evidente en la emisión radiofónica para el debate, segmento de enfrentamiento de opiniones sobre temas determinados, de manera conversacional sobre aspectos de alta sensibilidad pública, donde la palabra tanto del periodista como la del pueblo es reflejo de la realidad  diaria del contramaestrense.

“Sin punto final” es el ejemplo elocuente de esta afirmación, que tiene como objetivo la explicación de un problema desde distintas posiciones, que al final ayudan a comprender y conocer con claridad el tema  que se trate.

En nuestro medio, el espacio abierto al debate, con testimonios  diáfanos de la población local, promueve una comparecencia de prensa, en la que se someten directivos, funcionarios y especialistas a preguntas que le hace un entrevistador –periodista- o los oyentes mediante la vía telefónica en el estudio, tocando línea temáticas de actualidad. 

 La oscura realidad  de la venta de ropa reciclada; la calidad del servicio gastronómico y situación de la asistencia necrológica,    constituyen ejemplos de las aristas del periodismo investigativo  exhaustivo y veraz, para no errar  a la hora de emitir criterios que el pueblo espera con marcadas expectativas.

La multiplicidad de opiniones y sugerencias sobre determinados  hechos, entiéndase  alternativas locales  y aportes   institucionalizados, insertados en una impactante crisis económica mundial,  y un férreo bloqueo imperialista, son exponentes de nuestra radio revista reveladora de la información.

Los materiales transmitidos en el espectro informativo, todos con sellos periodísticos, denotan la autenticidad de trabajos  familiarizados a nuestras realidades con sus  valores de identidad nacional y arraigo de lo popular.

“Radio Grito de Baire” tiene características particulares, servicios diferentes, hábitos que la distinguen. No es lo mismo una comunidad rural a una urbana; es diferente una comunidad en Tercer Frente a una en  Songo La maya, donde su gente tiene maneras muy distintivas de interactividad con su  emisora.

Esta estación con apellido de comunitaria hay que defenderla como arte, y Medio de Difusión Masiva representativa del poder que es el propio pueblo, protagonista de tiempos pretéritos, presente y futuro; porque tiene la facultad de expresar lo material y lo espiritual del hombre, valiéndose del sonido de la palabra para reflejar y perfeccionar su entorno.

La imagen auditiva, como un lente, retrata, describe los rostros, los estimula, les advierte y les critica. El propio oyente va a la emisora a denunciar lo que no funciona en la sociedad, se convierte  en la voz capaz de poner a tiempo los puntos sobre las i.e.s.

Harold Dwight Lasswell refiere "que la función social de los medios, consiste en supervisar y vigilar el entorno (o sea al gobierno, al Estado) y en transmitir la herencia social, función que debía ser cumplida mediante la educación, así como con la organización y estructuración de los instrumentos sociales, lugar donde los medios de comunicación tenían una gran preponderancia”.

Como se puede apreciar existe en esta definición puntos de contactos y lógicamente diferencias, sobre todo en el control del entorno, pues la radio cubana debe ejercer ese papel para mejorar, ayudar, ser un canal de transmisión de opiniones y sugerencias sobre la gestión y administración de la propiedad social.

No me queda lugar a duda que la emisora en Contramaestre es una radio comunitaria, con una distinción, que los profesionales reciben una preparación superior, es una preocupación permanente que la información sobre el medio llegue al colectivo creativo y propicia en mayor o menor grado el intercambio de experiencia sin que ello constituya el robo de conocimientos.

Ahora bien, la radio local actualmente ha respondido  a   reajustes de perfiles,  para despojarse del mimetismo de otros niveles radiales que en nada se corresponden con las misiones y sus objetivos.

El estudio   ha sido la proporción en que deben estar presente contenidos enriquecedores, aunque como principio, todos los medios deben apropiarse del valor   del propio entorno, pero sin dejar de entender que la competencia está en cómo mejor servir a la comunidad desde su modelo y no cómo hacer mejor lo mismo que otras estaciones hacen para un público diferente  o para la misma audiencia, pero con un nivel de generalidad que nada tiene que ver con lo especifico de otras.

 La radio comunitaria es un factor de acercamiento, un puente, un paso hacia el otro, no para que el otro se convierta en lo que nosotros somos, sino para que él pueda ser lo que es. No se trata de tener más, sino de ser, ésa    es    su verdadera misión.

Algunas investigaciones  realizadas en “Radio Grito de Baire” sobre los públicos   jóvenes y   adultos, marcan la diferencia. Como se sabe los primeros son muy difíciles de retener por su propia naturaleza de cambio, movimiento y aspiraciones, mientras los maduros son más estables.

Una muestra en públicos recientes denota que  el mayor consumo de los contenidos están relacionados con la música, pero cuando se refieren a la información existe interés por la noticia en tanto sea breve, precisa, sólo para saberse informado; otros contenidos de cultura general serán atractivos para ellos por su singularidad, brevedad, lenguaje dialógico, por su interacción con el oyente. También expresan interesarse por los programas de participación y los dramatizados.

Se aprecia la diversidad de preferencias (en cuanto a la música y la información); incluso una misma persona gusta de diversos géneros musicales y se interesa por diversas áreas del conocimiento. El problema y la solución a la vez, frente a esta diversidad de gustos están en la misma radio, la que debe combinar armónicamente esa dualidad para atraer al oyente.

La radio en  Contramaestre  suscita el cambio, la promoción de valores, establece los límites de conducta, participa  con su público en la ratificación o rectificación de su modelo de comunicación, encuentra  e incorpora  sus necesidades de información, es un vehículo de la recreación del barrio, interactúa con la escuela, la fábrica, los servicios.

No tiene créditos una radio de la localidad   que aplique todo el conocimiento universal y no tome en cuenta las inquietudes de los vecinos, de los escolares, trabajadores y profesionales que constituyen su potencial de radioescuchas. 

Hoy nos parece importante que miremos hacia el futuro; convencidos que el medio no puede transitar con una programación improvisada. Debe primar el conocimiento y la creación, la búsqueda de elementos novedosos, que marquen la forma de hacer, dar pie a la distinción del espacio.

El trabajo de creación, aunque tiene un carácter individual, debe nutrirse de las mejores ideas y esto obliga conocer de manera permanente el pensamiento que corresponden y de hecho pueden captarse de los públicos internos y externos. 

Pensar que todo esta inventado es como decir que no hay nada que hacer y ello puede ser sinónimo de inercia. Es un clarín al fatalismo. Decir que somos un medio subestimado es mirar apocalípticamente el porvenir .

Nuestra radio comunitaria     facilita el progreso, el bienestar y disfrute de los oyentes cubriendo en gran medida sus necesidades de información, de comunicación y cultura; fomenta  su participación en   procesos comunicativos proporcionándoles acceso a la formación, facilidades de producción y transmisión; estimula  la innovación en programación,   y    trata  especialmente de involucrar a las secciones de la comunidad que están en desventaja social o que están menos representados en las emisiones de los servicios existentes.

El disfrute de  una emisora comunitaria   consolida el proyecto político   democratizador y pluralista que las sustenta, buscando un rol protagónico a la ciudadanía y visibilización de los sectores populares y de las comunidades presentándolos como protagonistas. En este sentido, trata  de fortalecer procesos de inclusión de los sujetos excluidos por la sociedad y el modelo neoliberal.

Un eje muy fuerte de su trabajo está en que apunta al desarrollo de una sociedad representativa   con incidencia e impacto en las poblaciones y ámbitos en que se encuentran, generando corrientes de opinión pública y procesos educativos en los sectores más necesitados.

En la medida que el desarrollo se hace visible,  “Radio Grito de Baire”, desde el escenario radiofónico se esfuerza por reflejar a su pueblo los esfuerzos en defensa del progreso sostenible, ajustado a la realidad de estos tiempos caracterizados por un recrudecido bloqueo, y una aguda crisis económica mundial, que imponen retos y desafíos.

Prestigia a la radio comunitaria en Contramaestre la Redacción digital, a través de su Página Web, con el interés  de  que se conozca  la realidad de Contramaestre en el mundo.  Con más de  cinco años de existencia en la red de redes,  www.radiogritodebaire.cu  difunde diariamente al público preferentemente de habla hispana, sobre los principales acontecimientos políticos, económicos y sociales del municipio, destacando la obra de la Revolución cubana en beneficio popular.

Publicaciones de diversos trabajos periodísticos   de diferentes géneros, en textos e imágenes, en audio bajo demanda y en tiempo real, garantizan la interactividad con los cibernautas.

La   emigración hacia  software  libre conocido como  Plataforma Joomla, permite el intercambio de opiniones a través de foros  participativos que  conducen a una mejor comprensión del contexto cubano, y en nuestro caso,  del escenario local,   posibilidad auténtica de las Página Web insertada a la radio comunitaria.

Volviendo a la realidad, observamos que sólo un pequeño  por ciento de los ciudadanos está  conectado a la Red,  que nunca tantos han sido incomunicados por tan pocos. Recogemos y hacemos nuestras las palabras de Eduardo Galiano, cuando afirma que "estamos ante un mundo sin alma; no hay pueblos, sino mercados; ciudadanos, sino consumidores; naciones sino empresas; relaciones humanas, sino competencias mercantiles”. Si la comunicación se reduce a tecnología y mercado estamos convirtiendo nuestras relaciones en puro intercambio comercial, alimentado la triste espiral del que más tiene más invierte para tener más.
Sin embargo, nuestra redacción digital, con un equipo de periodistas con diversas funciones, ofrece al internauta  la veracidad de un municipio que hace de lo cotidiano no   un sustantivo, sino  un verbo,  donde el protagonismo   de    la vida diaria de la gente, es sinónimo de esperanza   para vivir en este mundo.